Hermosos diamantes parece el brillo de tu piel,
Tu cabello refleja ese enorme oscurecer,
En tus bellos ojos se reflejan las estrellas,
Prefieren estar ahí que en el universo arder.
Puede ser, que simplemente, tal vez,
Sea yo quien mire en ti las galaxias nacer,
En tu tierna mirada,
En tu mirada de mujer,
Donde tu boca me provoca querer,
Besarte hasta el amanecer.
Déjame besar tus labios para hacerte gritar,
Déjame tomar tus aguas para hacerte bailar,
Permíteme subir a lo alto de tu monte
Para tu satisfacción y la personal,
Déjame sacar tu néctar,
Sentir tu escancia y apasionadamente poderte amar.
Solo permíteme contemplar tu éxtasis y dejarme llevar,
Así en cada ciclo nos complementamos como el cielo y el
mar.